Mariana Delgadillo: “La música es un lenguaje del alma para el alma” - Cortesía de la entrevistada Periodista Invitado
El idilio de Mariana Delgadillo con la música comenzó a muy temprana
edad y tal vez sin aún sospechar cuando escuchaba sinfonías y se sentía
totalmente cautivada. Su primer acercamiento fue con el piano en el
Instituto Eduardo Laredo, pero, luego el destino y por su puesto el don
que posee, la condujeron por otro camino, primero Cuba y luego Francia,
donde fue admitida en el Conservatorio Nacional Superior de Música y
Danza de Lyon, donde obtuvo una licenciatura y maestría en dirección de
coros.
Recientemente ganó el primer lugar en un concurso internacional para jóvenes directores corales en Italia.
Actualmente
Mariana es directora artística y musical del Ensamble Alkymia en
Francia, donde radica desde hace un tiempo y donde también ha tenido la
oportunidad de estar a lado de grandes maestros. Dedica también parte de
su tiempo a la enseñanza.
Sus logros en el exterior no sólo hablan del indudable talento que posee, sino que son también fruto de su entrega absoluta.
La
artista se ha propuesto seguir un sueño ambicioso que de hacerse
realidad se constituiría en uno de los más gran aportes para el país en
lo que a arte barroco se refiere.
El proyecto consiste en un Festival
pluridisciplinario que se llevaría a cabo en Cochabamba, donde el
objetivo será de restituir partituras de la época barroco- boliviano
tanto las que se encuentran en el Archivo Histórico Nacional de Sucre
todavía manuscritas, como otras, poniéndolas en relación con la
arquitectura patrimonial, la danza barroca y su evolución hacia las
danzas folklóricas, conferencias, intercambios entre artistas e
investigadores y talleres de interpretación de música antigua para
instrumentistas y cantantes y de lectura y transcripción de manuscritos
musicales .
OH! conversó con esta gran artista sobre su pasión, su trayectoria y sus proyectos.
OH!: ¿Cómo descubre su pasión por la música?
Por
una parte gracias al arquitecto Franklin Anaya a quien mi madre me
llevó cuando era niña. Él le sugirió que pase los exámenes para el
Instituto Laredo puesto que tenía un muy buen oído.
Por otra parte, me
acuerdo que cuando tenía 11 o 12 años en el canal 7 todos los domingos
pasaban las sinfonías de Beethoven dirigidas ya sea por Karajan o por
Bernstein, y a veces, estaba tan conmovida por esas interpretaciones que
lloraba solita delante la televisión pensando: que sentimientos tan
fuertes pueden ser transmitidos de esta manera, como quisiera hacer lo
mismo...
OH!: Usted comenzó con el piano ¿Cómo fue que luego decidió dedicarse a la dirección de coros?
Ya
al salir del Laredo comencé a tener la idea de la dirección, pero de
orquesta. Continúe con el piano porque tuve la posibilidad de estudiar
en Cuba y porque ya lo había estudiado desde niña. Cuando decidí ir a
Francia para seguir con la música me encontraba en un momento de
indecisión y al mismo tiempo de gran confianza en lo que el destino me
traería.
Fue por completa casualidad que llegué a dar examen de ingreso
al conservatorio de Nantes donde la única opción que tenía era la
dirección de coros. Nunca había dirigido antes en mi vida así que me
preparé lo mejor que pude en las materias que dominaba como el piano, el
solfeo y la armonía y de este modo me aceptaron a pesar de mi retraso
en dirección.
No estaba muy segura de lo que iba a encontrar en esta
formación pero cuando comencé a pasar las clases me di cuenta que había
tenido la suerte increíble de ser discípulo de una de las mejores
maestras y directoras de Francia: Valerie Fayet. Ella me iluminó y me
transmitió su pasión por la música vocal, y me incitó a continuar por
esta vía por mis aptitudes naturales y mi devoción a esta música.
Gracias a este encuentro pude finalmente comenzar a dejar emanar de mi
toda esta fuerza expresiva de la cual me había enamorado cuando era niña
y comenzar a explorar mi verdadera identidad artística.
OH!: Usted fue admitida en el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de Lyon, ¿qué puede contarnos al respecto?
Luego
de mis estudios en Nantes fui admitida en el Conservatorio Nacional
Superior de Música y Danza de Lyon para una licenciatura y una maestría
en la especialidad de dirección de coros. A partir de ese momento
comenzaron mis experiencias como directora de coros profesional.
La
exigencia tan alta y el nivel requerido tan elevado de los estudios que
realicé en Lyon, me llevaron a dudar en repetidas ocasiones, pero
gracias a Dios, muchos músicos profesionales y maestros estuvieron ahí
para apoyarme, alentarme y recordarme que estaba hecha para esto.
Con
todas estas experiencias y los diplomas me di cuenta que de todas
maneras la profesión no define una persona sino que uno define su
profesión. Me convertí en una directora de coros que ama la música
antigua, que adora la música contemporánea y que crea espectáculos,
programas, trabaja con cantantes, compositores, instrumentistas y que
nunca dejará de experimentar la música como un lenguaje del alma para el
alma.
OH!:
Recientemente obtuvo el primer lugar en un concurso internacional para
jóvenes directores corales en Italia ¿Qué significa éste logro para su
carrera?
Este es un concurso que se realiza
cada dos años en un país diferente de Europa y al cual yo quise
participar desde hace mucho tiempo. La oportunidad no se presentaba
puesto que no había terminado los estudios y este año por fin se dio.
Para participar, más de 50 jóvenes directores de todo el mundo mandan
una aplicación compuesta de un dossier, cartas de recomendación y
vídeos.
Esta es la primera etapa de selección y a partir de este momento
18 participantes son invitados para participar en el concurso. Las
pruebas consisten en hacer trabajar delante de un jurado compuesto por
siete directores de diferentes países y de reconocimiento internacional,
diferentes coros y sobre diferentes repertorios. En la primera vuelta
se elimina seis directores, la segunda seis y de esta manera sólo seis
llegan a la final. En cada vuelta se hacen trabajar dos coros delante el
jurado y en la final el jurado asiste únicamente al concierto después
que el coro está preparado por el concursante.
La
verdad para mí fue una sorpresa ganar este concurso, si bien en algún
momento pensé que sería una gran felicidad, no participé pensando en el
premio. De alguna manera durante las pruebas logré desenvolverme de
manera completamente natural y olvidar la presencia del jurado, dándolo
todo por la música. Recibí muchos elogios por parte del jurado y también
sugerencias y pienso que lo más importante para mí fue la sensación de
haber logrado especialmente en la final, una especie de abandono total
de cualquier tipo de juicio o de desconfianza, fue uno de los momentos
más libres, íntegros y conectados de mi vida y definitivamente es lo que
marcó la diferencia.
Pienso que la fuerza que tiene
la música de introducir la persona a un estado de limbo donde la
naturaleza humana es transformada, es lo más importante que los músicos
queremos encontrar, y sea cual sea el instrumento o el estilo de música
que sea practique o que se oiga, nuestro deber es llevar el espíritu a
una dimensión más elevada que aquella en la que vivimos cada día.
OH!:
En Bolivia las oportunidades para quienes viven del arte son escasas,
pero muchos artistas decidieron volver a su país. Usted radica en el
exterior ¿Qué opina?
Las oportunidades que
he tenido mientras terminaba los estudios han decidido por mí. No quiero
lavar las manos, pero es verdad que por el momento he seguido la
corriente de las experiencias que la vida me ha presentado, trabajar con
coros profesionales, con instrumentistas de primer nivel que algunas
veces son además amigos, y continuar acumulando conocimientos y
experiencia han sido por el momento los factores por los cuales me he
dejado retener en Francia.
Por otra parte, la posibilidad de crear mi
propio Ensamble y hacer la música que amo con gente de excelente nivel,
que además aprecio profundamente, ha sido de cierta manera un paso hacia
la realización de mis sueños .
OH!: Cuéntenos sobre su experiencia en la dirección de coros en Francia.
Actualmente
trabajo por una parte dirigiendo mi ensamble que es un grupo de
cantantes e instrumentistas profesionales, con los cuales creamos
conciertos con forma de espectáculo de música antigua y música
contemporánea. Este ensamble llamado Alkymia existe desde 2014 y ya ha
sido reconocido en Lyon y continuará a producir conciertos, talleres y
encuentros en una Capilla de Lyon donde estará en residencia a partir de
enero del 2016.
Por otra parte, soy una de los
cuatro asistentes de los coros de Spirito (una organización que reagrupa
dos de los coros profesionales más importantes de Lyon) dirigido por
Nicole Corti y Bernard Tetu, preparando coros para festivales y
conciertos en toda la región.
En fin, soy invitada
regularmente por la compañía de música del Renacimiento Outre Mesure y
por coros amateurs de diferentes regiones de Francia.
OH!: Usted también es profesora en Francia. Cuéntenos sobre esta experiencia.
Me
he interesado en la pedagogía desde hace tres años y actualmente
trabajo con los coros de niños cantores de la Catedral de Saint Jean.
Estos niños son formados para cantar en los coros de las ceremonias
religiosas de la catedral, para dar conciertos en la región y participar
en congresos internacionales de niños cantores. Una gira de conciertos
en Bolivia está prevista para el 2017.
OH!:
El talento que posee la ha llevado hasta donde está, pero ¿qué puede
decirnos sobre ser extranjero y abrirse camino lejos de su país natal?
La
noción de distancia es relativa cuando se está realmente conectado a lo
amado, y uno puede ser extranjero en su propia tierra. Por mi parte me
he considerado más bien siempre como ciudadana del mundo. Esto no quiere
decir que no estoy identificada con mi país y mi gente, sino que soy
capaz de sentirme bien en cualquier lugar, hacer amigos y ver el lado
bueno de todo.
Supongo que este modo de visión me ha
ayudado bastante ha donde he ido y luego los caminos se han abiertos
solos, gracias a mi única arma: la pasión por lo que hago.
OH!: ¿Cuál considera que ha sido el mayor obstáculo en su carrera?
El
miedo, pero pienso que es el mayor obstáculo para cualquiera en
cualquier caso. Este sentimiento puede disfrazarse de una multitud de
otros sentimientos y ser el mayor obstáculo que uno se pone.
Felizmente
tengo una familia formidable que me reconforta, me apoya y me envuelve
en tanto amor que lo que he logrado, lo he logrado gracias al miedo que
me mi familia me ha ayudado a superar.
OH!: ¿Piensa volver a Bolivia?
Por
el momento pienso explorar la posibilidad de crear una pasarela que me
permita poner en relación lo que hago aquí y lo que podría hacer allá.
OH!: ¿Qué puede decirnos sobre su formación en el Laredo y en Cuba?
El
Laredo fue para mí como un palacio de sorpresas y experiencias humanas
muy lindas y que marcaron mi vida, siempre apreciaré la apertura de
espírituque el tiempo que pasé ahí me dio. En Cuba aprendí el rigor, la
perseverancia y la disciplina que todo músico debe emplear para lograr
sus metas.
OH!: Usted
tiene el sueño de restituir partituras de la época del barroco-
boliviano y luego ponerlas en escena tanto con el ensamble Alkymia
(grupo francés que dirige) como con músicos bolivianos. Es un proyecto
ambicioso ¿qué posibilidades existen de que se haga realidad?
Este
proyecto es el sueño de mi vida, así que es normal que sea ambicioso.
En realidad no se ocupa únicamente de la música del Archivo Nacional
sino también de todo el arte barroco.
Pienso que tenemos por lo menos
dos siglos de arte en la historia de Bolivia que no hemos explotado por
el momento y son los siglos XVII y XVIII. Tanto el patrimonio tangible
como el intangible de Bolivia de esta época podrían aportar a la
consolidación de la identidad cultural de nuestro país, generando una
actividad cultural y económica en torno a este. Mi idea es de generar un
movimiento turístico- histórico-cultural en torno a todo el arte
barroco de Bolivia en Cochabamba, y ayudar a rescatar este patrimonio y a
formar jóvenes en esta vía.
Siendo en Ensamble
Alkymia un grupo de músicos especializados en música antigua, la idea es
comenzar el trabajo de transcripción y de reconstitucion de la música
del archivo con ellos, para luego venir a Bolivia y en una forma de
Festival trabajar con instituciones musicales de Bolivia para dar
conciertos comunes, organizar encuentros y talleres de lectura y
transcripción de manuscritos antiguos.
Por otra
parte, el Festival tendría el apoyo de instituciones culturales, y ya
hemos comenzado a gestionar el apoyo igualmente institucional de algunas
entidades públicas y privadas de Bolivia y de Francia. Tengo la suerte
de estar rodeada de un grupo de personas formidables y que me apoyan y
me colaboran con estas labores.
Con perseverancia,
positivismo y paciencia todo es posible. Estoy absolutamente consciente
de la amplitud de este proyecto, pero si algo he aprendido es que los
sueños dan alas y con amor y desapego la vida nos deja aterrizar
exactamente donde esperábamos.
Perfil
Mariana Delgadillo Espinoza
Actualmente es directora artística y musical de Ensemble Alkymia, es
titular de una maestría en dirección coros del Conservatorio Nacional
Superior de Música y Danza de Lyon y del Diploma de Estado de profesor
de música. Se formó en Bolivia, Cuba, Francia y Alemania, con grandes
maestros como Nicole Corti, Valérie Fayet y Hans Christophe Rademann por
la dirección y Teresita Junco por el piano. Obtuvo igualmente un
Diploma de Postgrado gracias al proyecto de Ensamble Alkymia que fundó
en el 2013.
Fue elegida varías veces por academias de dirección de música barroca
como la Bachakademie de Stutgart, el Musikfest Erzebirgue y realizó una
tesis de investigación sobre la música española del siglo XVII,
profundizando sus conocimientos y experiencias en la interpretación de
la música antigua.
Mariana se encuentra también comprometida con repertorios de música contemporánea; ha
creado varias piezas como La disputa del alma y el cuerpo y Victhimae
Paschali Laudes de Bertrand Plé, Memento Mori de Daniel Alvarado,
Dinero será mejor de Sirah Martínez Álvarez, y realizó la versión
completa de Dancing in the wind de Edith Canat de Chizy. Como asistente
de Nicole Corti, trabajó con el coro profesional Britten y un coro de
cárcel para la creación de Revenante de Phillippe Boivin .
Además de ser intérprete es pedagoga. Trabaja en la Catedral de Lyon
formando a los coros de niños y en el polo pedagógico de Spirito, con el
Coro Sinfónico de Jóvenes. Es invitada de manera regular a dirigir
clases magistrales y talleres de música barroca hispano-americana, y
prepara coros para grandes manifestaciones como el Festival de Berlioz y
la temporada de conciertos del Auditorio de Lyon.
Próximamente se encontrará trabajando y dando conciertos en Francia
con la compañía de música renacentista Outre-Mesure, con los coros de
Spirito, los coros de niños de la Catedral de Lyon y con el Ensamble
Alkymia.
En mayo 2015, Mariana es recompensada con el primer premio en el
VIII° Concurso Internacional de Jóvenes Directores de Coros realizado en
Torino-Italia. De la misma manera, se le otorga un premio especial por
la interpretación de la música antigua.
Fuente: Los Tiempos